viernes, 28 de noviembre de 2008

Poema: "Quiero llorar"


Quiero llorar


Quiero llorar

y que las lágrimas rocen mis mejillas
en torrentes de palabras muertas
y en cascadas que giren en torno a mi vida.

Quiero llorar
y que estas lágrimas de cristal
rompan en estrépito contra el suelo
como si anunciaran mi funeral.

No hace frío ni tampoco llueve,
el pozo es demasiado grande,
solo existe el rumor de las lágrimas
que amenazan con ahogarme.

Y me hundo y hundo más
como si buscara la llave
de mi vida para decirle a la muerte
que haga el favor de llevarme.

Y esta cascada de cristal
que resbala por la ventana
y va a formar al suelo un charco
en el que veo mi cara deformada.

Me encierro tras estos muros de lágrimas y tinta,
de cristal y palabras,
aquí, donde los pájaros callan y solo hay silencio;
aquí, donde mis lágrimas mueren en un charco de piedra fría,
aquí, donde estoy solo... y sólo hay nada.

jueves, 27 de noviembre de 2008

¿Por qué no darse cuenta?

(Nota del autor: es una historia que tenía que hacer para clase de Lengua con las siguientes limitaciones: el título debía empezar por "¿Por qué...", debía aparecer la palabra "camino", el verbo "acabar" en alguna de sus formas, al menos un diálogo, una metáfora y se tenía que desarrollar en Santander por esta época que vivimos.)


Estaba sentado en el alféizar de la ventana cuando el cielo oscuro empezó a teñirse de rubio en aquel barrio a las afueras de Santander. Permaneció inmóvil, impasible, dejando que la brisa del alba acariciara su rostro y meciera sus cabellos, tiñéndolos de destellos dorados. A sus oídos llegaba el alegre canto de los pájaros despertando la mañana, con el que se deleitaba antes de que llegara el ruido de esas máquinas inundando todo.

Al cabo de un rato, el aparatoso pitido del despertador lo sacó de sus ensoñaciones. Se bajó del alféizar y lo apagó bruscamente. Odiaba aquel desagradable sonido que irrumpía en la armonía de la mañana y el canto de los pájaros. Desgraciadamente, era necesario para no llegar tarde a clase.

Se vestía con lo que su mano al azar elegía del armario, sin las órdenes de su aún ausentada mente, procurando no repetir lo del día anterior. Iba a desayunar a la cocina con sus padres, pero apenas hablaban. Ellos estaban demasiado dormidos, él no se esforzaba, con la mente aún llena de ensoñaciones y pensamientos.

-Buenos días -saludaba.
-Buenos días -respondían sus padres, terminando toda conversación.

Después, su padre lo llevaba en coche a clase. Tampoco hablaban, uno demasiado dormido, otro demasiado abstraído.

Pasaban las clases, las horas y, cuándo quería darse cuenta, ya había acabado otro día más, sin nada interesante.

Esta podría ser una buena descripción de lo que era mi vida hasta ahora. Días aburridos y monótonos, como el sonido de las agujas del reloj en su largo camino.

Pero hoy todo ha cambiado de repente. Me he levantado, he hecho todo lo que hago siempre, monótono y aburrido, sin que mi mente soñadora percibiera apenas nada. Llegué al colegio, fue algo extraño, nadie me hablaba, parecía que ni siquiera me veían. Pero como normalmente tampoco solemos hablar mucho, lo atribuí a que no les apetecía o habían quedado en algo entre ellos para conseguir apartarme del todo, así que no le di mucha importancia.

Así, volví a casa, habiéndome olvidado ya de la anécdota del colegio y sin darme cuenta de lo que hacía.

Llegué y, tras comer, me senté al sofá a ver las noticias del día. Según puse el canal local, escuché atento, estaban relatando que había ocurrido un incendio en la calle San Fernando, número 34, primero izquierda. Tras un instante de lucidez, justo antes de la tormenta, comprendí que había muerto entre las llamas mi único y mejor amigo. Entre risas y lágrimas pensé:

"Qué tonto he sido, ¿cómo no me he dado cuenta de que esta mañana me he levantado muerto?".

viernes, 7 de noviembre de 2008

Poema: "Un sueño"

Un sueño

Trece años, camina hacia el colegio.
Se sienta en su pupitre,
sola y sin amigos.
Pero no le importa, sabe que ese
no es su sitio.
Ama los sueños, sus sueños, sí,
ese es su sitio.

Desde que llega a casa es su único anhelo,
que anochezca,
y con la luna y la noche,
lleguen la cama y los sueños.
Los sueños, sus sueños, eso que tanto ama.
Dragones, héroes y tiranos,
ser princesa en su castillo.

Lo único que anhela más que soñar sus sueños,
es poder vivirlos.
No comprende,
es demasiado joven.

Y otra tarde más llega a casa,
melancólica,
y saluda a sus padres deseando que llegue
la luna y la noche.

Sube a su cuarto y cierra la puerta,
pasan las horas.
Por fin llega el mágico instante, llegan
la luna y la noche y las estrellas.

Ya está entre las suaves sábanas
y la cabeza contra la almohada,
ya está adormecida por la suave brisa
que roza su ventana.

En un último acto consciente,
desea lo de siempre:
soñar y soñar y no despertar.

Pero hoy el sueño es diferente,
quizá no acertemos
llamándolo sueño...

Sólo hay soledad y frío,
oscuridad,
parece una réplica de su vida.
Se adentra más,
ansiosa de encontrar
su castillo, sus ropajes de princesa,
su príncipe, sus dragones,
a la vuelta de esa esquina
o más allá,
al fondo.

Pero no sabe qué es esto.
No sabe que por fin va a soñar y soñar
y no despertar,
porque este es su último y gran sueño.

Egocéntricos

En el camino de vuelta a casa, vi un cartel de una asociación humanitaria, que me ha hecho reflexionar mucho... Bueno, empecemos por lo esencial, esta asociación se dedica a recoger fondos para ayudar a países del tercer mundo. Esto en principio es muy bonito, está muy bien, como el tema de los derechos humanos y todo eso, pero me pregunto:

¿No deberían también, según el mismo criterio que aplican para decir que todas las personas tienen los mismos derechos (y como consecuencia se da origen a la solidaridad), tener los mismos derechos un animal cualquiera, una planta o cualquier ser vivo? ¿Acaso no viven ellos también? ¿O es que nos creemos mejores? ¿No va eso contra la doctrina que se intenta difundir de la igualdad entre personas, que nadie por "ser mejor" tiene más derechos que los demás? ¿Acaso no se debería apoyar la evolución de los animales, plantas y etc. igual que apoyamos el desarrollo de los nuestros? Esto, por lo menos en mi opinión, demuestra lo terriblemente egocéntricos que nos creemos, desde el primer hasta el último ser humano de la Tierra.

Aún reflexionando esto me metí en la cama, pensando, con impotencia y pasotismo a la vez, que no podía hacer esto solo.

miércoles, 5 de noviembre de 2008

Poema: "Realidad soñada"

Realidad soñada

Estás, estás aquí a mi lado,
sí, a mi lado estás,
después de tanto tiempo soñado,
por fin estás,
aquí,
a mi lado.

Despierto, otro sueño,
no es real,
sólo la expresión de mi más profundo deseo,
no es real.

Maldigo mi propia imaginación, mi propia inocencia,
maldigo,
por haber creído que estabas, un imposible,
aquí a mi lado.

Impotencia abrumadora que me invades,
cual ladrón,
soy la nueva víctima de tu engaño,
otro sueño.

De sueño en sueño espero el paso del tiempo,
una eternidad,
o un instante hasta volver a verte,
aquí, a mi lado.

Espero y me desespero, vana es la espera,
inútil, que yo
ingenuamente creí haber creído, haber soñado...
sólo es otro sueño.

En este laberinto de sueños perdidos y rotos,
de engaño y mentira,
de muros inexpugnables entre los que, perdido,
ya sé que no sólo fue un sueño.