sábado, 26 de julio de 2014

Cric crac

Cómo pasa el tiempo

Los segundos como alacranes de locura
Como flores que pinchan con sus espinas
Espacios remotos

En un rincón de otra parte
En la delgada línea donde el amanecer se dobla
Y la luz pierde el sentido
Hay un grito inmortal de pájaros
Que canta "no volverán"

Qué lento todo
El simple canto de los grillos
Hace cricriecer la hierba y las flores
Y los árboles y todo
Hasta edificios grises donde envasan al vacío
La sociedad de-mente

Y qué estúpido y rápido todo
Los amores
Los que se van
Los que vienen
Hablo de personas
O de amores
Da un poco lo mismo

Dónde está el niño de barro?
Y las mariposas jugando con alfileres?
Y los juguetes revoloteando en el polvo?

Dónde están las cicatrices de los artistas?
En los fusiles amarillos?
En las bombas de petróleo?

Hoy y ayer son lo mismo pero no

jueves, 24 de julio de 2014

Primera impresión de 'Agostina Segatori en el café du Tambourin' de Vincent van Gogh en el museo Van Gogh de Amsterdam


'Agostina Segatori en el café du Tambourin', Vincent van Gogh

Agostina Segatori tiene
La sonrisa seca de beber cerveza
Y el humo del cigarrillo tose en sus labios

Agostina Segatori tiene
Un tocado de color rojo fuego vibrante
Cada hebra es un tallo que crece de su corazón
En recuerdo a cómo ardió su pasión inocente
Su vagina inflamada

Agostina Segatori cruza los brazos
Alza una ceja
Escéptica ante la puerta
Le ha arrebatado tanto el futuro

A su lado un paraguas roto
De parar los golpes de la vida
Y que quizás ahora ya
No sirva de paracaídas

Al otro lado el cubilete tapa los dados
Desde hace varios días no quiere saber el resultado
Le ha arrebatado tanto el futuro

Agostina Segatori tiene
La mirada torcida
Por una espera anhelante y desesperada
Observa la puerta del café du Tambourin
Quieta
Esperando a quien se llevó su pasión joven
Esperando a un joven de otro tiempo
Que ya se fue

Y mientras entrega su cuerpo a otros hombres
Placer ceniza de una pasión que ya ardió
Que quizás aún arde

lunes, 21 de julio de 2014

El faraón universal

La Guerra de los Dos Universos acabó el día veintinueve del año 14.891.737.236 después del Big Bang. La guerra había enfrentado a los hemisferios boreal y austral del Universo, dirigidos respectivamente por el emperador Cosmos y el emperador Caos. La guerra terminó cuando los físicos que luchaban del lado del emperador Cosmos consiguieron crear, tras 393 intentos fallidos (la probabilidad de éxito era del 0,00000001%, pero la suerte recompensó la inquebrantable voluntad del emperador Cosmos), un agujero de gusano que conectaba con el recinto plasmático de vivienda del emperador Caos. permitiendo introducir 8 miligramos de anti-hidrógeno que explosionaron arrasando con todo en varios microparsecs a la redonda y acabando con la existencia de cada uno de los átomos del emperador Caos.

Tras su victoria, el emperador Cosmos adoptó el título de Emperador del Universo. De en adelante, cualquier persona que lo nombrara debía hacerlo como "Absolutísimo Emperador del Universo Cosmos". Ordenó el cambio Calendario Cosmológico, el cual asentaba el día veintinueve del año 14.891.737.236 después del Big Bang, el día en que acabó la Guerra de los Dos Universos, como día cero del año cero. Diseñó junto a los más sabios sociónomos un plan de Sociedad Universal que con un 99,99999% de posibilidades de éxito garantizara una sociedad en equilibrio por los milenios de vida que le quedaban al emperador Cosmos. Con el universo en orden, se aisló en un recinto plasmático sólo acompañado por sus diversas amantes y todos los libros escritos en la historia para poder dedicarse a sus dos grandes placeres: la lectura y el sexo. Por lo demás, prohibió que nada ni nadie irrumpiera en el recinto, asentando unas protecciones con un 99,99999% de posibilidades de éxito. La única excepción a esta norma se daría sólo una vez al año, en el día cero, cuando un sabio elegido mediante un exigente casting entraría al recinto y deleitaría al emperador con una lección que duraría veinticuatro horas.

Pasaron los siglos y el emperador comenzó a preocuparse del futuro. Es decir, del futuro más allá de su muerte. Porque por mucho que los científicos prolongaran su vida, era imposible alargarla indefinidamente, en base al segundo principio de la termodinámica. Por lo tanto, algún día moriría. En su estado de aislamiento le sería imposible designar a un sucesor, por desconocimiento. Aunque tampoco cambiaría nada si rompiera su Burbuja de Placer y se codeara con las personas del mundo, ni podía legar la decisión a la Sociedad. Ser Emperador del Universo lo había llevado, como es bien comprensible, a un estado narcisista que no le permitía concebir ningún otro Emperador del Universo.

Ante este dilema, llegó a realizar un plan que desmembraría la Sociedad Universal en múltiples fragmentos enfrentados con sus respectivos emperadores galáticos, pero no universales, para asegurarse de que no volviera a haber otro como él (era ínfima la posibilidad de que otro emperador juntara el buen hacer y la suerte que le permitió a él convertirse en Emperador del Universo) y así se lo recordara por el devenir de los tiempos. Hasta que un día cero de algún año entró en su Burbuja de Placer un sabio que se había dedicado a estudiar lo que se conocía como el "viejo universo", es decir, los sistemas cercanos al planeta Tierra, del cual provenía la sociedad del homo. El sabio habló durante varias hora hasta llegar al tema central de su lección: la Tierra. La mítica Tierra verde y azul de las historias era desde hacía millones de años un redondo desierto, y de todas sus glorias sólo quedaban tres grandes pirámides. El sabio habló de la civilización egipcia que las construyó, gobernada por una especie de emperador llamado faraón, al que comparaban con los seres todopoderosos y mágicos a los que rendían culto. Poco se sabía de aquella civilización, pero por estudios radiactivo-espectrales de las pirámides se había comprobado que su función era servir como inmensas tumbas a los faraones, que además mandaban ser enterrados con su esposa y sus sirvientes.

El Emperador quedó extasiado. Despachó al sabio pese a que la lección no había terminado, pero ordenando cubrirlo de honores. Inmediatamente contactó con la Sociedad Imperial de Físicos para ordenar la construcción de una nave en la que cupieran todas y cada una de las personas de la Sociedad Universal. Serviría para refugiarse en caso de que alguna fluctuación cuántica provocara un cataclismo inesperado. Los físicos de la Sociedad Imperial acogieron entusiasmados la idea y comenzaron y terminaron con pasión tal objeto: una gigantesca esfera de plasma done cabían todas las personas del Universo con comodidad, y completamente infranqueable salvo por veintinueve vías de salida reguladas por un mando central.

El emperador Cosmos continuó su vida en su Burbuja de Placer hasta cumplir 7.136 años y 29 días, cuando se le diagnosticó que sólo le quedaba un siglo de vida. Entonces ordenó dedicar este siglo a reunir a todas las personas del Universo en la Gran Burbuja, como se conocía popularmente al gigantesco objeto que había diseñado para resguardar a la humanidad en caso de cataclismo cuántico, para en el último día de su vida dirigirse a todas las personas del Universo al unísono. Así se hizo y este día llegó, justamente un siglo después, cuando el emperador Cosmos cumplió 7.236 años y 29 días. Había prohibido hace tiempo la reproducción de ninguna imagen suya, ya que la Sociedad no era digna de observar su magnificencia. Así que el emperador Cosmos simplemente proyectó un holograma de sus pies por toda la Gran Burbuja y se dirigió con su propia voz a toda la Sociedad Universal al unísono, por primera vez en la historia del mundo:

-Están aquí reunidos porque llega el fin de mis días y pronto de los suyos -el emperador se dirigía en tercera persona a la Sociedad porque era indigna de un tratamiento más cercano-. Yo, el Absolutísimo Emperador del Universo Cosmos -y su voz sonaba débil, moribunda-, seré el único Emperador del Universo de la Historia, pues nadie puede ni podría compararse a mi persona y, por tanto, nadie puede ni podría ser digno de ostentar tal título y responsabilidad. Para evitar sin riesgos que esto ocurra he decidido que mi fin sea también el de la Sociedad Universal. Quiero decir que he cerrado las vías de salida de la que llaman la Gran Burbuja, en la cual nos encontramos, y he destruido el mando central. No se esfuercen en arreglar nada, las vías de salida están diseñadas para sólo poder ser operadas por el mando central. Sin éste, se encuentran encerrados en la Gran Burbuja para el resto de sus vidas. Sus vidas que aquí, en base a la segunda ley de la termodinámica, tendrán un fin, antes o después. Soy en cierto sentido comparable a aquellos faraones egipcios que se enterraban en sus pirámides con su esposa y sus sirvientes. Claro que su obra era terrenal y la mía es universal, de ahí el salto de escala y la diferencia de las formas: la esfera en vez de la pirámide. Permanezcan tranquilos. Se han recorrido todos los pasos de vida de una sociedad hasta llegar a la primera y última Sociedad Universal. Y al igual que sólo hay una primera y última vejez, parece natural la muerte después de la Sociedad Universal, el más alto estado posible de una sociedad. Acéptenlo, pues, como algo natural.

Hizo una breve pausa.

-Tiene gracia -y su voz sonaba cada vez más débil, y divagaba-. Yo, el Emperador del Universo, me iré. Y el Universo seguirá ahí, rodando. La Sociedad Universal se irá en su "Gran Burbuja" -rió-. El más alto estado de una sociedad del homo se irá y el Universo seguirá ahí, sin inmutarse. Todo el Imperio Universal quedará pronto cubierto por polvo estelar. Y el único recuerdo que quede de la Sociedad Universal será esta "Gran Burbuja", donde cabe el más alto estado de una sociedad del homo pero que ocupa un espacio insignificante en el vasto Universo. Y la Burbuja flotará con nuestro recuerdo por el Universo hasta que... ¡plop! Un día explote. Y nuestro recuerdo se diluirá en lo infinito -su voz era más débil por momentos-. Qué insignificantes, entonces, todos nuestros actos, toda nuestra existencia... y qué... qué importantes... entonces... -su voz se pierde en susurros mientras el viento estelar empieza a soplar el polvo que cubrirá el Imperio Universal y la Gran Burbuja avanza decidida hacia ese destino donde hará ¡plop! y todos los recuerdos se diluirán en lo infinito.

lunes, 14 de julio de 2014

Soy yo el culpable

Soy yo el culpable
de haberme enamorado de tus ojos,
de haber escrito tantas veces tu nombre
en silencio y en el aire.

Que sí, que sí...
Que soy yo el culpable de haberme emborrachado con tu pelo,
de las noches de besos en invierno
y de las risas
y del mar allá a lo lejos.

Que soy yo, si tu olvido duele,
si nunca dimos con la palabra adecuada,
si la danza de tus tacones sonaba mejor que las olas,
si sabía a más que esta orilla cenicienta
del deseo náufrago.

Que si los campos verdiocres de Navarra
me recuerdan a tu cuerpo,
no son las viñas cercanas de la Rioja
que en vino y en vano besaban tus labios
a menudo y con pasión;
que soy yo.

Que sí,
anda,
que sí.
Que lo sé.
Que soy yo el culpable.
Desaparece tranquila.

Toma tu camino que yo buscaré el mío
o al menos un afluente o una encrucijada
donde poder pararme a no pensar.

Vete
con tus pechos y repechos,
con tu nombre de sed.
Que ya sé que soy yo el culpable
de esta orilla de sexo.
Desaparece tranquila.
Muérdeme el aliento hasta la última gota
Que no se colma el vaso
Que el deseo es insaciable

Te vi pasar de refilón
Quiero decir que no pude dejar de observarte
Pero tú sólo me mirabas de reojo
Y al final te acabaste yendo
Como si nada

I remember you while forgetting

(Translated from the Spanish version 'Te recuerdo, olvidando')

I remember you in every silent verse I never wrote,
I remember you within my arms, over my skin and in my lips,
And mostly I remember your infinite and green eyes.
I remember you at night as I always remember lost things.

Now you are someone else's,
Now or forever.
But no one will ever look at you in the same way
I used to get lost in your eyes.
Now you are someone else's,
But your memory is still mine
And so a small piece of you.

This is the last page of the notebook
That I ended up dedicating to love you quietly,
Even though I only expected forgetting you.

But now I am going to forget.
Now or forever that you are someone else's
I am going to forget.
Now that only memories are left
I am going to forget,
Although I know that only a stupid screw of life
Separates me from your kisses right now.

So I end the notebook tightening the screw,
Spitting out the last tears.
I end the notebook
And I can only do it while remembering
For the last time the infinite memory
Of your green eyes.