-Hola, ¿qué tal?
-Buenas... Bien, bien. ¿Tú?
-Bien también. ¿Te parece...?
-Sí, sí. Está bien el sitio, ya veo lo que me dijiste...
-Un par de cañas, por favor.
-Hacía mucho que no nos veíamos.
-Sí, no sé, ya sabes, que si esto, lo otro... al final el tiempo
vuela y no nos damos cuenta.
-Yo corté ayer con Carlos...
-¿Me has llamado por eso?
-Bueno, cortó él.
-Espera, ¿Carlos? ¿No era Jorge?
-Eso fue hace mucho, Lucas.
-Hacía mucho que no hablábamos...
-Sí...
-Bueno... y... ¿cómo fue eso?
-Ya sabes cómo son estas cosas. No sé, pregúntale a él.
-¿Y qué hacía... Carlos?
-¿Qué importa eso?
-No sé, digo yo...
-No me gusta hablar de él. No ahora.
-Pero si has empezado tú...
-Bueno, ¿y qué tal va la clínica?
-Bien. Bueno, ahí va.
-No es poco hoy en día. Me alegro, Carmen.
-¿Tú qué hacías ahora? Ya sabes que no entiendo mucho de
esas cosas.
-Pues... estoy en un laboratorio. De Física de Partículas.
De estos que hacen chocar partículas, como el CERN. Bueno, no, pero... Pagan...
-¿Y te gusta?
-Sí, bueno, pagan bien...
-¿Pero te gusta?
-Sí, bueno, fue en lo que me especialicé...
-No has cambiado.
-¿A qué te refieres?
-Nada, da igual. Me alegro también.
-¿Sabes? Últimamente recuerdo mucho. Sobre todo desde ayer,
aunque ya antes, cuando estaba mal con Carlos.
-¿A qué te refieres...?
-De los viejos tiempos... De nuestra cuadrilla. ¿Recuerdas a
María? ¿Y qué fue de aquél cómo se llamaba... Jiménez? Y, bueno, el otro día
mirando álbumes me salió una foto de cuando estuvimos juntos.
-Sí, son buenos recuerdos... Ya quedan lejos, ¿no?
-Sí, supongo.
-¿Sabes? Yo también... bueno, yo...
-Me gustaría pasar la noche contigo.
-¿Qué?
-Que me gustaría pasar la noche contigo.
-¿Te refieres...?
-Sí. Como en los viejos tiempos. Anda, ¿qué dices?
-Pero Carmen...
-No me vengas con peros...
-Que tengo novia, Carmen...
-No tiene por qué enterarse.
-No, Carmen...
-Cuando estabas con Lucía no te importó.
-Sigo con Lucía...
-Pues eso. Venga, que sabes que te pongo más que ella.
-He dicho que no.
-Estoy mal por Carlos...
-Por eso me quieres, ¿no?
-No te vayas, anda... Ya sabes que yo siempre digo lo que
quiero.
-Bueno...
-Otras dos cañas, por favor.
-Y... ¿bueno, qué tal te va con Lucía?
-Pues... sí, esto, bien, sí. Vamos, hay altibajos pero...
-Pero no te gusta.
-Claro... claro que sí. Es... es guapa. Y amable.
-Me cago en la puta, Lucas, sigues siendo el mismo puto
cobarde.
-Y tú sigues siendo igual de amable... Quizá sea por eso por
lo que te dejan...
-Puede ser...
-No quería decir eso. Creo que será mejor que cambiemos de
tema...
-¿Has visto la luna?
-Ajá.
-Es la luna más grande en veinte años.
-Ajá.
-Eres insoportable, Carmen. ¿Por qué me has llamado?
-Porque quería pasar la noche contigo. Llevo esperándote
mucho tiempo.
-Me cago en... Que ya no somos adolescentes, Carmen. Además,
mi no es rotundo.
-¿Si te beso también?
-Carmen... No, Carmen, no... Car...
-Ahora me dirás que no te gustó lo de anoche.
-Eres...
-Seré lo que quieras, pero follo mejor que Lucía.
-¿Y ahora qué?
-Pues vuelves a casa y le dices que te has acostado conmigo.
La verdad siempre por delante.
-Carmen, sabes que...
-Vamos, no seas cobarde.
-Que no.
-Pues ya me dirás lo que haces. Conmigo no te quedas, que ya
estoy mejor de lo de Carlos, gracias. Hala, eso, sin decir adiós, como siempre.
Cobarde...