viernes, 12 de diciembre de 2014

Mirando a la muerte a los ojos una noche de insomnio

Cuando miro a la muerte
(una noche de insomnio, por ejemplo),
cara a cara, sin cerrar los ojos,
¡parece tan pequeño todo!

Cuando escucho cómo gotean los segundos
en el tic tac de las agujas de un reloj,
me pregunto qué vale mi vida
o si sólo es miedo lo que nos empuja.
a agarrarnos a ella con los ojos cerrados.

Me pregunto qué me diferencia del suicida
y siento entonces la fuerza,
la necesidad de hacer grandes cosas.

"Mañana no encenderé la televisión,
ni el ordenador, ni el móvil,
leeré toda la tarde.
Mañana comenzaré a escribir una novela
o un ensayo con mi propia teoría
filosófica o científica."

Así quizá me sentiría algo más
absoluto, total, infinito,
o al menos con significado.

Pero es tarde.
Me voy a dormir.
Mañana todo esto que escribo
será poco más que un sueño
y volveré a vestir el uniforme de las horas.

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