Me confunde
El paso fugaz de los días
Olvido para no tener que escuchar cada mañana
Esa misma canción de monotonía
O al menos
Escucharla sin saber que las huellas que piso
Son las que grabaron ayer mis pasos
Sólo transcurren ante mis ojos los números iguales
Del calendario de las ecuaciones diferenciales y la termodinámica
Todas esas cáscaras vacías
Como envoltorios de caramelo sin caramelo
Y arrugados por el tiempo
Todas esas cosas que odié aún cuando estaban lejos
Hoy las tengo aquí a mi lado
Es que el odio atrae y el amor separa?
Ya casi no entreveo en la noche aquel Cielo de palabras
Aquella poesía que se evaporaba como un perfume
De cada estrella de cada grado de alcohol
De las farolas como pequeños soles nocturnos y también
De todas las sonrisas y los abrazos
Ese silencio armonizador ese silencio armado de misterio
No como este silencio que es
Silencio de nubes rotas de ciencia exacta y falta
De poesía
Te echo tanto en falta lejano amor
Que aún a veces alzo en la noche no en aquellas noches
Alzo la mirada a ese Cielo tuyo de nadie más
Tuyo de palabras
Te echo tanto en falta te quiero tanto
Todos los días
Que aún hoy quiero sentir llenar de Absurdo mis páginas blancas
Mis sábanas
De ese Absurdo de los días que pasan de dos señores
Caminando por la plaza de una pareja de enamorados
Y dos niños jugando al balón
Ese Absurdo
Del viento agitando los árboles y
La hierba y también
Ese absurdo de hambre y miseria de crisis de valores
De ratones ese Absurdo de políticos que no hacen nada
Pero no he venido hoy a hablar de eso
Los días no pasan y allá afuera
Más allá de esa ventana que fuese antaño casi mágica
Allá afuera hace tanto frío que congelan las sonrisas
Para venderlas por las mañanas a cambio de unos pocos céntimos
Hace tanto frío es tan oscura esta noche
Sin noche
Que nos aferramos a lo frío a lo oscuro los números y olvidamos
El aliento cálido de las palabras
Siempre cargadas del Absurdo de nuestros días
Nuestros días que ya no pasan
El paso fugaz de los días
Olvido para no tener que escuchar cada mañana
Esa misma canción de monotonía
O al menos
Escucharla sin saber que las huellas que piso
Son las que grabaron ayer mis pasos
Sólo transcurren ante mis ojos los números iguales
Del calendario de las ecuaciones diferenciales y la termodinámica
Todas esas cáscaras vacías
Como envoltorios de caramelo sin caramelo
Y arrugados por el tiempo
Todas esas cosas que odié aún cuando estaban lejos
Hoy las tengo aquí a mi lado
Es que el odio atrae y el amor separa?
Ya casi no entreveo en la noche aquel Cielo de palabras
Aquella poesía que se evaporaba como un perfume
De cada estrella de cada grado de alcohol
De las farolas como pequeños soles nocturnos y también
De todas las sonrisas y los abrazos
Ese silencio armonizador ese silencio armado de misterio
No como este silencio que es
Silencio de nubes rotas de ciencia exacta y falta
De poesía
Te echo tanto en falta lejano amor
Que aún a veces alzo en la noche no en aquellas noches
Alzo la mirada a ese Cielo tuyo de nadie más
Tuyo de palabras
Te echo tanto en falta te quiero tanto
Todos los días
Que aún hoy quiero sentir llenar de Absurdo mis páginas blancas
Mis sábanas
De ese Absurdo de los días que pasan de dos señores
Caminando por la plaza de una pareja de enamorados
Y dos niños jugando al balón
Ese Absurdo
Del viento agitando los árboles y
La hierba y también
Ese absurdo de hambre y miseria de crisis de valores
De ratones ese Absurdo de políticos que no hacen nada
Pero no he venido hoy a hablar de eso
Los días no pasan y allá afuera
Más allá de esa ventana que fuese antaño casi mágica
Allá afuera hace tanto frío que congelan las sonrisas
Para venderlas por las mañanas a cambio de unos pocos céntimos
Hace tanto frío es tan oscura esta noche
Sin noche
Que nos aferramos a lo frío a lo oscuro los números y olvidamos
El aliento cálido de las palabras
Siempre cargadas del Absurdo de nuestros días
Nuestros días que ya no pasan
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