miércoles, 12 de octubre de 2011

Nostalgia


¡Parece mentira que hubo un día
en que todos los momentos fueron dorados!

Ahora mi voz se ha vuelto mustia, mi cuerpo
flácido y mis palabras se asemejan a migajas de pan seco.
Mis versos se tiñen de laca de nata barata
de los supermercados.
He perdido la chispa que un día creció en mis pupilas,
la rosa roja que sangró un día en mi corazón
(tan lejos ahora del mar).
Lancé las amapolas, olvidadas y rotas,
a un desván cuya llave sólo vive en sueños.
Mi confianza se evaporó con el humo de una polilla en llamas.

Ahora rasgo el papel, desesperado,
rasgo mis cabellos, mi cuerpo, mi piel
y alzó el rostro y mi voz rasga el cielo.
Y uno a uno entre las lágrimas, la sangre de tinta
y el miedo
van volviendo a mi memoria todos los momentos dorados,
las caricias de los pájaros, las gotas de lluvia de mis poemas,
las miradas que estrechaba entre los brazos
y los besos. Sobre todo, los besos.

2 comentarios: