La noche es magnífica
cuando dejas filtrar en tus venas
su alcohol puro.
No existen las locuras.
Abriría la ventana y lo gritaría
al mundo entero
para que llegara, suave susurro
venido de lejos, a tus oídos.
La distancia se resume
en dos segundos;
el tiempo, en una mirada.
Mis labios cederían a esta locura.
No es tan difícil imaginar
un momento que nunca llegará.
Precisamente por eso imagino.
Es sencillo. No acarrea grandes ejercicios
de pensamientos que agraden a personas grandes.
Ellos no lo comprenden. Me llamarían "estúpido",
me escupirían que son "estúpidas esperanzas vanas".
Les respondería con una sonrisa.
Una sonrisa abierta y amplia
como se abren las flores de primavera.
¡Y aún no lo entenderían!
El regusto salado de la ilógica,
la dulzura de la sinrazón,
¡el delirio de lo imposible!
cuando dejas filtrar en tus venas
su alcohol puro.
No existen las locuras.
Abriría la ventana y lo gritaría
al mundo entero
para que llegara, suave susurro
venido de lejos, a tus oídos.
La distancia se resume
en dos segundos;
el tiempo, en una mirada.
Mis labios cederían a esta locura.
No es tan difícil imaginar
un momento que nunca llegará.
Precisamente por eso imagino.
Es sencillo. No acarrea grandes ejercicios
de pensamientos que agraden a personas grandes.
Ellos no lo comprenden. Me llamarían "estúpido",
me escupirían que son "estúpidas esperanzas vanas".
Les respondería con una sonrisa.
Una sonrisa abierta y amplia
como se abren las flores de primavera.
¡Y aún no lo entenderían!
El regusto salado de la ilógica,
la dulzura de la sinrazón,
¡el delirio de lo imposible!
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