sábado, 14 de diciembre de 2013

Amanece y tus labios son una herida

Sé que aún recuerdas
Aquel amanecer que escapó entre nuestros dedos entrelazados
Como si fuéramos de ésos que escriben horizontes en bancos de madera
Como si fuéramos locos de ésos
Que a veces
Lloran

Ahora
Me miras y tiemblo
Me derrumbo sobre tus labios abiertos como una herida
Y grito de dolor
Porque tus labios
Porque la herida se hace más grande
Con cada despertar sin tu mirada

Estos versos son sólo la primera sangre

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