jueves, 8 de enero de 2015

Un gran problema de nuestro tiempo es que todos conocemos el mar

Un gran problema de nuestro tiempo es que todos conocemos el mar. Que nos hemos acostumbrado a las maravillas cotidianas y no hay nada que nos sorprenda.

En otros tiempos, cuando alguien nacía en el interior no conocía el mar hasta que, ya crecido, llegaba a verlo con sus propios ojos. Esa vasta inmensidad azul que no tiene fin, que se funde con el cielo en lontananza y a nuestros pies se deshace en espuma, imagino que causaba entonces una gran impresión en él o ella.

Hoy, quién más, quién menos, ha viajado a tempranas edades y, si no, ha visto el mar y muchas otras cosas en la televisión o internet. Estamos acostumbrados a las selvas, a las sabanas, a los bosques densos, a los desiertos, a las montañas y los valles y el mar. Están todos los días en esos documentales aburridos que nadie ve, porque lo tenemos ya todo bien visto, porque su belleza no nos impresiona.

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