viernes, 29 de julio de 2011

Salir desnudo a la calle


Salir,
de pronto,
sin pensarlo siquiera,
desnudo a la calle.

Sería, sin duda, una experiencia inolvidable
abandonar mi cuerpo entre las aceras frías,
consumir mi voz en una copa de absenta,
entregar mis brazos al viento
para que abracen a otras personas que yo nunca conocería.

Salir desnudo,
de repente,
sin pensarlo
siquiera un instante,
sería olvidar mis ropas viejas en un baúl escondido
junto con la salud
y el dinero.
Dejar de soñar por miedo a la lluvia
y comenzar a soñar por amor al arte.

Salir de noche,
vagabundo,
a los cementos ardientes del infierno
sería fornicar hasta rasgar el cielo
y que la luna, asustada,
se escondiera de nuevo detrás del sol;
nuestros besos ardientes succionarían,
amor por amor,
todas las oscuridades del cielo.

Salir,
de pronto,
sin pensarlo siquiera,
desnudo a la calle
sería vivir,
por primera vez,
la vida.

Pero tengo miedo.

1 comentario:

  1. Uff.... me alegra que me hagas caso. Ha pasado de "que puto cursi" a "uao, es un jodido salvaje, bueno, no tan jodido, notan salvaje". Supongo que el miedo nunca se irá.

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