sábado, 23 de junio de 2012

El delirio de lo imposible

La noche es magnífica
cuando dejas filtrar en tus venas
su alcohol puro.
No existen las locuras.

Abriría la ventana y lo gritaría
al mundo entero
para que llegara, suave susurro
venido de lejos, a tus oídos.

La distancia se resume
en dos segundos;
el tiempo, en una mirada.
Mis labios cederían a esta locura.
No es tan difícil imaginar
un momento que nunca llegará.

Precisamente por eso imagino.
Es sencillo. No acarrea grandes ejercicios
de pensamientos que agraden a personas grandes.
Ellos no lo comprenden. Me llamarían "estúpido",
me escupirían que son "estúpidas esperanzas vanas".

Les respondería con una sonrisa.
Una sonrisa abierta y amplia
como se abren las flores de primavera.
¡Y aún no lo entenderían!
El regusto salado de la ilógica,
la dulzura de la sinrazón,
¡el delirio de lo imposible!

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