viernes, 5 de diciembre de 2014

A través de los puentes

Te quedaste con mis labios besados,
con mis brazos abrazados,
con las plumas de mis alas
e incluso con un fragmento palpitante
de mi corazón,
como una corneja cualquiera.

Y ahora me miras,
como a través de los puentes
y a través de las puertas cerradas
y las ventanas a cal y canto
me clavas la córnea.

Y canto.
Pero tú no me oyes.
Pero yo canto
una canción de otro siglo,
unas palabras de otra historia
que no riman con la nuestra.
Y, claro, tú no me escuchas.

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